La Plaza Nueva está situada en el corazón del casco viejo bilbaíno.Fue construido en el siglo XIX, y la idea de hacerlo vino de la mano del espíritu ilustrado bilbaíno de la época.
Es de estilo neoclásico y tiene forma rectangular con 18 arcos en dos de los lados y 15 en los dos restantes, los arcos son de medio punto, con base sobre pilares cuadrados y columna dórica adosada.
Tiene una superficie de 3.400 metros y se inauguró en 1851. Su diseño fue la suma del trabajo de tres arquitectos: Silvestre Pérez, Antonio Echevarría y Avelino Goikoetxea.El material utilizado para la construcción fue piedra de sillería arenisca dorada.
La plaza tiene cinco accesos, cuatro de ellos pertenecen al proyecto inicial, el quinto lo realizaron posteriormente, y en la actualidad es el acceso principal. A la hora de construir las viviendas que rodean la plaza se utilizó un lenguaje funcional, sin apenas referencias decorativas.
La Plaza Nueva contaba con un jardín que se perdió debido a unas obras, ahora, cuatro macizos arbóreos decoran las cuatro esquinas de la plaza. Sin duda es una plaza con mucho carácter, que invita a la tranquilidad así como a las numerosas cafeterías que alberga en los soportales.